No pienso cuando leo.

No pienso cuando leo

En ocasiones,leer es una huida para mi, huida del agobio que me producen los exámenes, de mis problemas de la vida cotidiana, huyo de mi mundo real y objetivo para introducirme en otro donde todo es posible, donde no existen límites, donde lo improbable puede ocurrir con asombrosa facilidad.

Leer me beneficia en todos los sentidos, saboreo las palabras que mis ojos me permiten ver, acaricio las páginas con mis dedos a la vez que oigo el peculiar sonido de las hojas al pasar, y por último, absorbo el olor a libro nuevo.

He aprendido tanto de los libros que he leído, formas de escribir, expresiones, vocabulario, pero sobre todo...He sentido emociones,historias,desamores,amores,amistades,fantasía,valentía,desesperación,ilu-sión,la filosofía de vida de los autores...

Al leer, voy imaginando las escenas que describen con una nitidez increíble, por muy irreales que sean los hechos, por ejemplo que un grupo de amigos vayan volando en aerotablas a miles de metros del suelo con pulseras magnéticas para evitar las caídas y un sensor ventral para obtener un mayor equilibrio.

Suelo tener un papel y un bolígrafo a mi lado cuando leo, para apuntar frases con las que me identifico, que me emocionan o me sorprenden, frases como esta: "porque si Dios no existe, esta vida...cada segundo de la misma...es lo único que tenemos", de la gran escritora Anne Rice en <>

Las historias que me revelan los libros,con todos los detalles como una vecina cotilla,alcanzan lo que muy pocas cosas o personas consiguen,me hacen olvidar por unos instantes la danza,es por eso por lo que sé que me encanta leer,porque la lectura es capaz de envolverme en una burbuja invisible y hace que me sienta preocupada,atraída,satisfecha o indignada con personajes que ni siquiera existen.

En resumen,la lectura es un privilegio del que por suerte podemos disfrutar muchas personas, un privilegio con el que reímos y lloramos,que aumenta nuestra creatividad, nuestras destrezas lingüísticas, donde encontramos historias que nos llegan al corazón y que no olvidamos jamás.

Aurora Muñoz Zapata